No todo va a ser follar

 
No es que yo sea muy listo, pero me urticariza un poco que España sea el único país de la UE que tiene menos universitarios que hace diez años. Cosa que no pasa ni en Azerbayán ni en Chipre ni en Bosnia, por poner tres preclaros ejemplos de sociedades avanzadas.
Va a ser que la gente joven está follando en vez de estudiar, y no se lo reprocho.
Yo conozco a rojos de toda la vida que dicen que no, que lo de follar no es actividad inherente a no estudiar, si no que la gente joven está hasta los huevos de recibir educación de gente poco educada. C´est à dire: si a los enseñantes se les paga poco, es difícil contratar a buenos enseñantes. Es mucho mejor hacerse Paco el Pocero que profesor de universidad. Las mamás se quedan mucho más contentas:
-Es que ser Paco el Pocero, hijo, tiene muchas más salidas.
-¿Y presidente del Gobierno?
-También, pero hay que convencer a diez millones de imbéciles, hijo, y no es tan fácil.
Paco el Pocero alardea de que sólo sabe, de escribir, el firmar cheques. José Luis Aranguren, un día que lo entrevisté, casi me pega porque la entrevista se prolongó demasiado y perdió el avión que lo devolvía a casa.
-¿Pero tú sabes lo caro que es volar? Coño, esto tendría que pagarlo el periódico. ¿No?
-Le voy a ser sincero, don José Luis, pero no.
-No me digas don. ¿No, entonces?
No sabemos lo caro que es volar, por eso nuestro país es el único que tiene menos estudiantes, en Europa, que hace diez años. Volar no es gratis, como no es gratis soñar. Las almas bienpensantes de nuestra derecha se ofuscan con que hay que meter a los niños asesinos de Sandra Palo en la trena, no regalarles un profesor, un padre o un libro.
Yo tuve a mi madre, doña Engracia, que me regaló una edición barata de Jane Eyre a mis 13 años, cuando en casa no había ni las cinco sillas necesarias para que se sentaran a la mesa los cinco niños que tenían que comer. Desde entonces, gracias a este impagable regalo, no he quemado a ninguna chica en un descampado con gasolina ni con nada. Les he escrito algunos versos, eso sí, que también pueden hacerles cierto daño, pero nada que no se quite con una crema exfoliante.
Un profesor debe ganar más que un director de periódico, porque éste da opinión, y el otro da verdad. Y que un presidente de Gobierno, incapaz de articular un venceréis pero no convenceréis. Y que un ejecutivo, que no se sabe para qué valen.
Es verdad que los adolescentes españoles se pasan el día follando en lugar de estudiar, y los envidio. Gracias, gobierno, por la ley del aborto, justa y valiente. Pero el temilla de la educación se os ha quedado como un poco arrinconado. Os recomiendo, metiéndome un poco en las tareas del nuevo secretario de comunicación, que planteéis una campaña brassensiana con ciertos versos de Javier Krahe que os enlazo aquí sin permiso de la SGAE.
Se os ha olvidado un poquito, socialistas, lo de la educación.
Se os ha olvidado.